Cuando el plan de entrenamiento nos invita a hacer cuestas, y cuando éstas son bastante duras o numerosas, nuestra espalda puede acabar resintiéndose. Si nos preocupamos de tener unas lumbares fuertes obtendremos muchas ventajas
Esto se debe a que las caderas rotan hacia atrás y el tronco tiende a proyectarse hacia la pendiente, lo que provoca una postura forzada en la espalda. Asimismo, correr cuesta abajo también puede ser problemático porque la mayoría del impacto se absorbe con los cuádriceps, las rodillas y los glúteos; la espalda ha de actuar como contrapeso cuando esto ocurre y, cuando se repiten las series, se acaba cargando sobre todo en la zona lumbar.
Potenciar esta parte de la espalda, al mismo tiempo que los abdominales puede ayudar a reducir este tipo de molestias. Utiliza, además, una postura correcta mientras estás sentado, cuando andas o al correr.
● "ABDOSILLA":
Este ejercicio ofrece un soporte perfecto para tus lumbares mientras haces abdominales. Un ángulo de 90º y apoyar totalmente las lumbares mientras te encoges fortalecerá tu tronco por delante y por detrás.
Esto se debe a que las caderas rotan hacia atrás y el tronco tiende a proyectarse hacia la pendiente, lo que provoca una postura forzada en la espalda. Asimismo, correr cuesta abajo también puede ser problemático porque la mayoría del impacto se absorbe con los cuádriceps, las rodillas y los glúteos; la espalda ha de actuar como contrapeso cuando esto ocurre y, cuando se repiten las series, se acaba cargando sobre todo en la zona lumbar.
Potenciar esta parte de la espalda, al mismo tiempo que los abdominales puede ayudar a reducir este tipo de molestias. Utiliza, además, una postura correcta mientras estás sentado, cuando andas o al correr.
● "ABDOSILLA":
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