jueves, 6 de octubre de 2011

LESIONES DEPORTIVAS:

La mayoría de las lesiones que son atribuidas a la práctica deportiva, son en realidad la consecuencia de la repetición de prácticas inadecuadas. Con el desarrollo que han adquirido las ciencias del deporte, estos problemas son absolutamente previsibles y evitables. La lesión deportiva puede resultar de dos circunstancias:
En la primera, hay un hecho traumático, ya sea un objeto o el mismo cuerpo humano que hace de objeto por la velocidad que desarrolla, chocando con otro cuerpo, con el suelo o con otro objeto. Esa es la llamada lesión aguda, accidental, donde la colisión o el choque vence la resistencia de los tejidos. A pesar de que los tejidos estén adaptados a ese esfuerzo, la lesión es mucho mayor por la velocidad desarrollada hasta el impacto.

Las lesiones traumáticas agudas incluyen las siguientes: Fracturas, Contusiones, Distenciones, Esguinces, Abraciones y Laceraciones.


Foto sacada en el Campeonato Nacional de Ruta realizado en la ciudad de Córdoba el 19 de junio de 2011.



En la segunda, la lesión deportiva crónica es la que tiene lugar por la repetición de actividad deportiva que, sumada en el tiempo, va produciendo en un organismo un microtraumatismo, que llega a vencer la resistencia del tejido como si fuera el gran impacto del choque de la lesión aguda. La correcta denominación de este daño es "lesión por sobrecarga", porque la carga de trabajo fue mayor a la que es capaz de soportar un tejido determinado, llámese tendón, ligamento o músculo, componentes todos ellos del aparato locomotor.


Las lesiones traumáticas cronicas incluyen las siguientes: Fracturas por sobrecarga, Tendinitis, Epifisitis o apofisitis.

Las diferencias entre estas dos categorías de lesiones deportivas son importantes. En la lesión deportiva aguda, se produce una rotura instantánea porque la fuerza es grande. En cambio, en la lesión crónica el dolor aparece de repente y sin haber hecho aparentemente nada fuera de lugar. Siempre es el exceso de fuerza sobre el tejido lo que produce la lesión.
Cualquier tipo de lesión para el deportista es importante, porque no le permite desarrollar su rendimiento máximo, para lo cual trabajó un determinado tiempo. En muchas ocasiones las lesiones se manifiestan por factores predisponentes de su estructura corporal o por factores externos, como superficies de juego o elementos deportivos inadecuados, o esfuerzos superiores a las capacidades del individuo.


Partes del cuerpo que pueden verse afectadas por las lesiones deportivas.
Tal vez creas que las únicas partes del cuerpo en que te puedes lesionar mientras haces deporte son la espalda, los brazos y las piernas, pero puedes lesionarte cualquier parte del cuerpo, incluyendo la cara, el cuello, la cabeza, la espalda, los órganos sexuales, las manos y los pies.

El cuidado de las lesiones deportivas
Si tienes un dolor que aumenta progresivamente con la actividad y cursa con inflamación, cojera o pérdida del grado de movilidad, necesitas que te vea un médico lo antes posible.
¿En qué tipo de dolores te deberías fijar? Cualquier lesión que curse con hinchazón, entumecimiento, dolor intenso, rigidez o pérdida de flexibilidad debería tomarse en serio.

¿QUÉ DEBES HACER SI TE LESIONAS DURANTE LA REALIZACIÓN DEL EJERCICIO FÍSICO?
Cuando empieces a forzar el cuerpo de nuevas maneras, las probabilidades de sufrir una lesión aumentarán. No es posible prevenir completamente las lesiones, pero se pueden minimizar los riesgos.
Si comprendes cómo trabaja tu cuerpo y lo entrenas bien, es menos probable que sufras molestias, dolores, tensiones y esguinces.


También deberías saber distinguir entre una molestia o dolor muscular puntual o temporal y el dolor crónico, que continua durante un período más largo de tiempo. Por ejemplo, no siempre es necesario que vayas al médico si te duele el hombro, pero deberías pedir hora con el médico si el dolor empeora o si persiste durante una semana o más. También deberías ir al médico si el dolor pasa de aparecer solo tras la práctica deportiva a hacerlo mientras haces deporte, o si lo notas al levantarte por las mañanas o en tus actividades cotidianas.
Lo mejor que puedes hacer si sospechas que te has lesionado es dejar inmediatamente de practicar el deporte que crees que te ha provocado la lesión e ir al médico. En el caso de lesiones graves o complejas, puede ser más recomendable ir a un médico especializado en medicina deportiva.


El médico te examinará la lesión y utilizará herramientas diagnósticas como las radiografías y la resonancia magnética (RM) para determinar el alcance de la lesión. La resonancia magnética permite ver los tejidos blandos con mayor claridad que las radiografías o las tomografías computarizadas.


Una vez conozca el alcance de tu lesión, lo más probable es que el médico empiece con un tratamiento conservador, como el reposo y la aplicación de hielo para reducir la inflamación. Es posible que también te recete analgésicos (medicamentos para aliviar el dolor) y anti inflamatorios tipo ibuprofeno. Tal vez sea necesario entablillarte o escayolarte la parte afectada o intervenírtela quirúrgicamente, dependiendo de la lesión que padezcas.


A continuación, ocurrirá una de las siguientes tres cosas. El médico te recomendará que:
1. sigas haciendo deporte mientras te vayas recuperando de la lesión
2. hagas deporte utilizando algún dispositivo de protección (como una rodillera o una muñequera)
3. vayas a rehabilitación (fisioterapia)
Los médicos de medicina deportiva no permiten que sus pacientes sigan haciendo deporte si corren el riesgo de hacerse otra lesión o agravar la lesión de la que se están recuperando.

¿QUÉ PUEDES HACER SI TE LESIONAS?
Las primeras 24 horas tras la lesión son las más críticas porque determinan el grado que alcanzará la lesión y cuánto tardará en recuperarse. Inmediatamente después de que tenga lugar la lesión, se inflamará la zona: se pondrá roja, caliente y dolerá.
La intensidad de la inflamación varía según la lesión y es, de hecho, el inicio del proceso de recuperación, aunque el cuerpo tienda a reaccionar de manera exagerada. Lo primero que se debe hacer es disminuir el proceso de inflamación.
La manera más sencilla de recordar que hacer es el acrónimo HICER: hielo, compresión, elevación y reposo.

HIELO
Para ralentizar el metabolismo de los tejidos del área afectada, debe someterlas a una especie de "animación suspendida", con agua fría o un paquete de hielo. (Un paquete de verduras congeladas es ideal, pero envuélvelo en un trapo, o te podrías arriesgar a quemarte).
COMPRESIÓN
La diseminación de los fluidos que se acumulan como resultado de la hinchazón y las hemorragias puede disminuirse mediante la compresión. La manera más sencilla de comprimir una lesión es una venda elástica. Debe ser cómoda y no apretar demasiado o restringiría el fluido de sangre a la zona.
ELEVACIÓN
Es aconsejable mantener la parte de su cuerpo lesionada elevada y bien sujeta para que los fluidos producidos por la hinchazón y las hemorragias puedan drenar bien. Conviene en particular, si la lesión es en una pierna, para que estos fluidos no se acumulen en el pie.
REPOSO
No se puede eliminar una lesión sin reposo. Aunque el dolor desaparezca, el daño en el tejido persiste. Debe reposar un mínimo de 24 a 48 horas. Durante este tiempo debe proteger la lesión de posibles daños, así que quizás necesite entablillar.
Muchas personas siguen entrenando aunque estén lesionadas, creyendo que si se ponen una tobillera u otro tipo de venda están protegidos contra las lesiones. Esto no es una buena idea. Si llevas mucho tiempo lesionado, una venda puede aislar el músculo dañado, permitiéndote trabajar los que hay alrededor, pero en circunstancias normales el reposo es la mejor cura.
Toma en cuenta que si esta lesionado y sigue trabajando la hinchazón y la hemorragia pueden aumentar y provocarte más problemas, por último no olvides consultar a tu médico o a un fisioterapeuta.


Otras cosas que su médico podría recomendar para el tratamiento de la lesión son:
Agentes antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
Su médico le sugerirá que tome uno de los agentes antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
Estos medicamentos reducen la hinchazón y el dolor, y puede comprarlos en la farmacia. Otro medicamento común es el acetaminofeno. Este puede aliviar el dolor, pero no reducirá la hinchazón.


Inmovilización
La inmovilización es un tratamiento común para las lesiones deportivas. Esta ayuda a mantener el área lesionada sin movimiento y previene mayor daño. Para inmovilizar las lesiones deportivas se usan cabestrillos, entablillados, yesos e inmovilizadores de piernas.

Cirugía
En algunos casos, la cirugía es necesaria para corregir las lesiones deportivas. La cirugía puede corregir tendones y ligamentos desgarrados o colocar los huesos quebrados en posición correcta. La mayoría de las lesiones no necesitan cirugía.

Rehabilitación (Ejercicio)
La rehabilitación es una parte importante del tratamiento.
Esta incluye ejercicios que paso a paso ayudan al área lesionada a volver a la normalidad. Ciertos movimientos del área lesionada ayudan a mejorarla. La rehabilitación deberá comenzar lo antes posible. Los ejercicios empiezan con una serie de delicados movimientos del área lesionada. La siguiente etapa corresponde al estiramiento. Después de un tiempo, se pueden añadir pesas para fortalecer el área lesionada.
Mientras la lesión se cura, se va formando una cicatriz en el tejido. Con el tiempo, la cicatriz se encoge. Al encogerse se contrae el tejido lesionado. Cuando esto ocurre, el área
lesionada se vuelve dura o rígida. Este es el momento en el que usted corre un mayor riesgo de lesionarse nuevamente en el mismo área. Debe practicar estiramientos musculares todos los días y también como parte del calentamiento antes de jugar o hacer ejercicio.
No practique deportes hasta que esté seguro de poder estirar el área lesionada sin que haya dolor, hinchazón o rigidez. Cuando vuelva a jugar, comience lentamente. Aumente la
actividad poco a poco hasta llegar a su condición normal.

Reposo
Aunque es bueno empezar a mover el área lesionada lo antes posible, también se debe reposar después de una lesión. Todas las lesiones necesitan tiempo para sanar; el descanso apropiado ayuda este proceso. Su médico puede guiarlo para encontrar el equilibrio apropiado entre el descanso y la rehabilitación.

Otras terapias
Otras terapias comunes que ayudan con el proceso de sanar las lesiones deportivas incluyen el uso de: leves corrientes de electricidad (electroestimulación), compresas frías (crioterapia), compresas de calor (termoterapia) ondas sonoras (ultrasonido) y masaje.

CAUSAS MÁS COMUNES DE LESIONES
* Calentamiento previo insuficiente.
* No hacer estiramientos antes y después del ejercicio.
* Sobreentrenamiento.
* Falta de reposo.
* Calzado incorrecto.
* Equipo inadecuado.
* Trabajar el cuerpo en contra de su constitución.
* Ignorar lo que intenta decirnos nuestro cuerpo.
* Mala técnica, sobre todo en los ejercicios de fuerza.
* Ignorar normas de seguridad.
* No comer adecuadamente.
* Adicciones: tabaquismo, alcoholismo o uso de drogas.

Como puedes ver una de las causas de lesiones más común es la falta de un calentamiento adecuado, por lo que te recomendamos considerar siempre dentro de tu programa de actividad deportiva la realización de este tipo de ejercicios.


¿Qué puedes hacer para protegerte a fin de no volverte a lesionar?
Para no volverte a lesionar, asegúrate de precalentar adecuadamente antes de las sesiones de entrenamiento. Recuerda que, cuando te reincorpores a la práctica deportiva, deberás tomártelo con calma, aumentando gradualmente la intensidad de los entrenamientos hasta alcanzar el nivel que tenías antes de lesionarte.
Asimismo, conoce tus límites. Si la parte del cuerpo que te habías lesionado (o cualquier otra parte del cuerpo) te empieza a doler, para inmediatamente y descansa. No pospongas el ir al médico si persiste el dolor. El dolor es la forma que tiene tu cuerpo de decirte que algo no va bien.
O sea que haz deporte, pero hazlo de forma segura. Intenta aprender de la experiencia y haz las cosas que te pueden ayudar a evitar lesionarte en primer lugar.


¿Cuando volver a hacer deporte?
Si el médico te dice que dejes de hacer deporte, probablemente lo primero que le preguntarás será "¿Cuándo podré volver a hacer deporte?" Eso dependerá de la lesión específica que tengas, o sea que asegúrate de hablar detenidamente con tu médico sobre ese tema. Hay cosas que puedes hacer para mantenerte en forma mientras te recuperas de la lesión sin agravarla —pero antes de hacer nada, asegúrate de que tu médico te da el visto bueno. Esas actividades se conocen como entrenamiento combinado o mixto e incluyen la bicicleta estática, la natación, la hidroterapia y las máquinas de remo.
Tu programa de rehabilitación también te ayudará a mantenerte en forma mientras te recuperas. La rehabilitación es el proceso que te ayuda a volver a estar en forma y listo para la acción. La rehabilitación puede formar parte de tu programa de tratamiento y puede incluir ejercicios, manipulaciones realizadas por un fisioterapeuta (un especialista en ayudar a la gente a recuperarse de las lesiones deportivas) y aparatos tecnológicos, como los ultrasonidos. Los ultrasonidos se utilizan para calentar el área lesionada. El calor alivia el dolor, favorece la curación y aumenta el grado de movilidad.


Hacer deporte de forma segura.
¿Qué puedes hacer para protegerte a fin de no volverte a lesionar? Usa un equipo protector que sea adecuado para el deporte específico que practicas.
Cuando vuelvas a hacer deporte, es posible que necesites un equipo protector adicional, incluyendo un calzado deportivo modificado (por ejemplo, con plantillas o protectores para los empeines), vendas elásticas (por ejemplo, alrededor de la rodilla, para darle mayor estabilidad), rodilleras y coderas, o protectores bucales. Estos protectores ayudan a estabilizar y a proteger las distintas partes del cuerpo de posibles tirones, golpes directos y nuevas lesiones.
Para no volverte a lesionar, asegúrate de precalentar adecuadamente antes de las sesiones de entrenamiento y de los partidos. Recuerda que, cuando te reincorpores a la práctica deportiva, deberás tomártelo con calma, aumentando gradualmente la intensidad de los entrenamientos hasta alcanzar el nivel que tenías antes de lesionarte.
Asimismo, conoce tus límites. Si la parte del cuerpo que te habías lesionado (o cualquier otra parte del cuerpo) te empieza a doler, para inmediatamente y descansa. No pospongas el ir al médico si persiste el dolor. El dolor es la forma que tiene tu cuerpo de decirte que algo no va bien.
O sea que haz deporte, pero hazlo de forma segura. Intenta aprender de la experiencia y haz las cosas que te pueden ayudar a evitar lesionarte en primer lugar.

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